Con sólo dieciséis años, Jasmine iba al instituto y tenía novio. Cuando se enteró de que estaba embarazada y se lo contó a su novio, él le dijo que no estaba preparado para ser padre. Y, sinceramente, Jasmine sabía que ella tampoco se sentía preparada para ser madre.

Al principio del embarazo, su madre y sus hermanas la apoyaron. Pero a medida que avanzaba el embarazo, el apoyo de su madre fue disminuyendo y acabó mudándose y durmiendo en el sofá de una persona y luego en el de otra. Ir a la escuela se hizo difícil con unas condiciones de vida tan inciertas. Embarazada de cinco meses, vivió poco tiempo con una familia de acogida, pero el acuerdo tampoco funcionó. Al darse cuenta de que necesitaba un lugar estable donde dormir cada noche, el Departamento de Infancia y Familias intercedió y le encontró una plaza en un centro de acogida, a pesar de que sólo tenía 17 años, porque su hija nacería pronto. Sasha nació y, cuando volvió del hospital, su primer hogar fue la habitación de Jasmine.

La depresión apareció rápidamente tras el nacimiento de Sasha y tuvo mucho que ver con la falta de apoyo que Jasmine tenía a su alrededor.

"El tiempo fue la mejor medicina para la tristeza que sentí tras dar a luz. Los amigos y el personal de Horizons me ayudaron a superarlo. El mero hecho de comprobar cómo me encontraba fue de gran ayuda. Me dieron la seguridad de que saldría adelante y de que había gente que se preocupaba tanto por mí como por Sasha."

Sasha empezó en la clase infantil de Horizons cuando sólo tenía 3 meses, lo que permitió a Jasmine volver al instituto. En su primer año de vuelta, empezó a ser más reflexiva a la hora de tomar decisiones. En su último año consiguió encontrar el equilibrio entre su vida personal y académica. Con la ayuda de la trabajadora social de su centro de acogida y el apoyo de Horizons, Jasmine ha asumido la maternidad y también ha destacado como madre primeriza.

Meet Jasmine-Horizons For Homeless Children

El pasado agosto se graduó con su diploma de secundaria. Su paso por el instituto despertó su amor por la lectura y la literatura, y actualmente trabaja en una librería. También escribe y lleva un diario para expresar sus sentimientos. "No estoy segura de lo que me deparará el futuro, pero sé que puedo trabajar duro y ver resultados".

Hoy, Sasha tiene 2 años y medio y va al colegio Horizons de Dorchester. Jasmine tiene 19 años y mira al futuro para ella y su hija.

"Quiero que tenga una experiencia mejor que la mía. Quiero que vaya a la universidad, que tenga una carrera y que vea y valore sus propias capacidades. Ahora mismo tiene una chispa vital. Quiero que la conserve y la deje crecer", dice Jasmine sobre Sasha. Sean cuales sean, siempre estaré ahí para ella".

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